Ante la reactivación de la economía y el paulatino regreso a las actividades tras la contingencia derivada por la Covid-19, existe cierta incertidumbre respecto a cómo será esa llamada “nueva normalidad”, y aunque se tendrá que atravesar por un proceso de adaptación, se han identificado aspectos necesarios para toda organización.
1. Trabajo remoto
Antes de la contingencia, sólo el 52% de las 500 empresas más grandes del mundo tenía planes de incorporar un programa de home office o ya lo habían hecho de algún modo, según lo expuesto por Forbes.
Las medidas de aislamiento hicieron necesario el trabajo desde casa; no sólo las empresas grandes, sino también Pymes tuvieron que modificar sus formas de trabajo. Estos cambios no serán momentáneos, pues han quedado de manifiesto los beneficios y ahorros que este esquema de trabajo genera a las empresas en términos de evitar retrasos, depreciación de mobiliario, gasto en agua, energía eléctrica y papel.
De igual forma, es mucho más probable que gracias a la adopción de home office todo tipo de organizaciones vayan a encontrar beneficios en sus procesos de selección de personal, ya que esta modalidad de trabajo representa flexibilidad laboral e incluso posibilidades de balancear mejor la vida profesional y personal, una de las características que más buscan las nuevas generaciones de trabajadores.
2. Nuevas formas de liderazgo
El trabajo remoto también exigirá enfoques nuevos en la forma de liderar grupos de trabajo. Los líderes deben procurar comunicación asertiva y precisa para coordinar actividades e inspirar a los colaboradores a que la operación siga en tiempo y forma, y para ello es indispensable contar con las plataformas digitales adecuadas.
3. Protección y seguridad
Procurar la salud del capital humano siempre debe ser una prioridad, pues es una de las mayores preocupaciones de cualquier trabajador. En este periodo de contingencia se hizo aún más evidente la importancia de cuidar del personal y dicho énfasis permanecerá en las organizaciones.
En las instalaciones se deben garantizar condiciones de protección y seguridad para el personal, sobre todo para el más vulnerable. Asimismo, debe existir la capacidad de adaptarse a las necesidades de cada colaborador, priorizando seguros médicos y equipo de protección personal para disminuir riesgos laborales.
4. Desarrollo de nuevas habilidades y capacitación
La digitalización de las actividades laborales es un proceso que se aceleró debido a la contingencia actual, obligando a las organizaciones a brindar las capacitaciones necesarias al personal menos familiarizado con las herramientas digitales.
Esto también representa un reto para las áreas de recursos humanos, que deben buscar la manera de capacitar al personal de manera remota.
5. Reclutamiento y comunicación interna virtual
La incertidumbre de contagios de COVID-19 está presente en toda organización, pequeña o grande, por lo que deberá valerse de herramientas para el reclutamiento y selección de personal vía remota, a través de videollamadas, mensajes y correo electrónico.
Incluso, cuando existe mayor certidumbre, este esquema de atracción de talento permanecerá, ya que las empresas pueden encontrar ahorro de tiempo e incluso de recursos.
La pandemia por la Covid -19 reafirmó dos cosas principalmente: la importancia de las herramientas digitales y lo vital del capital humano para una empresa. En este sentido, la inversión que se haga en la atracción de talento y selección de personal siempre será una buena decisión.